La tecnología RFID (que responde por iniciales a Radio Frecuencia Identificación), no es más que un sistema para comunicarse sin cables entre dos o más objetos, dónde uno emite señales de radio y el otro responde en función de la señal recibida.

Logramos con esta tecnología, las siguientes cosas:

– Automatizar con fiabilidad la tan necesaria introducción de datos en los ordenadores, en tiempo real y sin dedicar recursos humanos.

– El código de barras es fiable sólo cuando lo lees (cuando se realiza la acción). La tecnología RFID viene a garantizar su lectura automática en cualquier momento y en cualquier lugar.

La tecnología RFID puede ser útil dónde tengan que realizarse registros continuos. No obstante, puede ser útil tanto en situaciones internas de las empresas, como en procesos de intercambio de información y mercancías.

Las aplicaciones comúnmente integradas al RFID son las siguientes:

– Control de inventarios.
– Trazabilidad.
– Movimiento de mercancías.
– Control de procesos industriales.
– Automatización de procesos.
– Control de accesos y vehículos.
– Optimización en procesos hospitalarios.
– WMS